En abril del año pasado, un gol de Pablo Ibáñez en el tramo final de la prórroga desató la locura en el banquillo visitante de San Mamés. Los futbolistas y el staff técnico de Osasuna celebraban sobre el terreno de juego el billete a la final de Copa del Rey –18 años después– que tenía doble destino. Sevilla para enfrentarse al Real Madrid y Riad para disputar la Supercopa de España ante el campeón de Liga que posteriormente fue el Barça.
El tercer torneo en importancia del fútbol español ha generado controversia desde que en 2020 cambiara su continente y contenido. Además del campeón de Liga y Copa, la competición dio cabida también a los subcampeones de los mencionados torneos y pasó a disputarse en Arabia Saudí a cambio de 40 millones de euros por edición. La Federación española repartía cantidades económicas a los clubes participantes en función de sus respectivos cachés, siendo Real Madrid FC Barcelona los más agraciados.
El Valencia marca el camino
En un principio, Osasuna, que aterriza en Riad como subcampeón de Copa, debía recibir una cantidad algo menor al millón de euros, atendiendo al criterio de méritos deportivos y palmarés que establece la Federación por el contrato suscrito con Arabia en 2019 cuando Luis Rubiales era el presidente. No obstante, Osasuna no compartía dicho planteamiento y siguió el precedente del Valencia, que disputó la última Supercopa sin haber firmado su contrato, ya que rechazó el dinero que la Federación le asignó. El club del Turia solicitó un arbitraje y acudió a la justicia ordinaria. El resultado fue un acuerdo extrajudicial con la RFEF por el que percibió 5,1 millones de euros en concepto de su participación en dos ediciones, el doble de lo que se estipulaba en un principio.
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Los jugadores de Osasuna celebran el gol anotado por Chimy Ávila al FC Barcelona en LaLiga 2023/2024 (REUTERS).Esa vía le ha brindado a Osasuna la oportunidad para negociar con la Federación y alcanzar un acuerdo por el que en lugar del millón de euros recibirá una cantidad muy cercana a los dos kilos, el doble. Y aún podrá ingresar 250.000 euros más en caso de eliminar al FC Barcelona –este jueves en semifinales a las 20.00 horas– y 500.000 si se proclama supercampeón. “Es importante entender que de un presupuesto de 40 millones, percibir 1.950.000 euros no es ninguna desfachatez. No sabemos el dinero que perciben los demás ni nos interesa”, detalla Fran Canal, director general de Osasuna, durante su conversación con los medios de comunicación desplazados a Riad.
“Nosotros lo único que sabemos es que se percibe un dinero conjunto y desde el respeto entendemos que cada equipo tiene sus circunstancias, pero hay que respetar mucho a Osasuna. Hemos negociado y pedido el dinero mínimo que deberíamos pedir para no terminar reclamando en otros ámbitos. La junta directiva ha decidido mantener silencio pero ya llega un momento en que tenemos que decir basta. Se nos está faltando al respeto, parece que estamos aquí con una limosna. No pedimos limosna ni tenemos capital social ni palanca ni queremos ningún lío con nadie. Respetamos a todo el mundo. Esta en una competición grande por los equipos. Somos un equipo grande en ilusión, grande en el cariño de la afición y con unos dueños que son los socios. Nos merecemos un respeto, ya vale”, explica Fran Canal antes de que su equipo rete al FC Barcelona en un partido en el que ya ganan en ilusión.
“Es algo histórico para el club y como tal lo tomamos. Una vez que estamos aquí a por todas. Son grandísimos rivales, pero tenemos la ilusión de ganar al Barça. Con la inexperiencia, es verdad, tenemos desventaja. Pero venimos de jugar una final de Copa hace unos meses. A veces, la ilusión supera la inexperiencia, el primer paso es pensar que puedes ganar. Para nosotros es un reto mayúsculo”, asegura Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna que tendrá la baja de Chimy Ávila, pero el alta en ilusión.
